#8M: Gisela, mujer trabajadora y delegada obrera

En este #8M, hablamos con una mujer que trabaja y ha podido hacer propio un ámbito social históricamente dominado por hombres, y donde el machismo encuentra uno de sus más propicios hábitats: el movimiento obrero. Tomar la voz en una fábrica donde hay mayoría de hombres es un desafío que llevan adelante todas las mujeres que vienen construyendo y haciéndose de un lugar dentro del sindicalismo. En Campana, una ciudad industrial también hay delegadas y en Tenaris, una de las fábricas más importantes, de a poco van haciéndose de los cargos de representación obrera. Te invitamos a conocer a Gisela Aguilar, una de las pocas delegadas dentro de la multinacional más importante de la ciudad, una mujer trabajadora de Campana que intenta a diario ocupar con responsabilidad su papel de delegada y a la vez abrir camino para que cada vez más mujeres puedan ocupar el rol de representación de los trabajadores.

Gisela trabaja en Tenaris hace 3 años, pero solo hace 5 meses se animó a sumarse al cuerpo de delegados sindicales. Pertenece a la agrupación de UOM La Violeta y ocupa un lugar muy importante dentro de su sector defendiendo los derechos de sus compañeros. Igual de importante que difícil, nos recuerda que sus primeros pasos como delegada debió hacerlos durante el conflicto que mantuvieron los trabajadores con la empresa debido a los despidos que se dieron en noviembre del año pasado.

No está del todo segura que se la mire de costado simplemente por ser mujer, sabe que ese prejuicio existe pero entiende que al charlarlo con sus compañeros pudo solucionarlo. Ahora sólo queda en ella la mirada de aquellos que le dijeron su voto para representarlos, esa misma responsabilidad que tienen el resto de los delegados varones.

En su sector además de Gisela, también se encuentra a Tatiana, dos mujeres qué es hicieron lugar en una empresa donde la mayoría son hombres. Tenaris al igual que el resto de la fábricas de Campana, del país, y por qué no, del mundo son lugares históricamente de los hombres, está de más aclarar en movimiento obrero comenzó siendo algo de hombres. Las mujeres debían quedarse a cargo de las tareas de cuidado o en empresa puramente mujeres, actualmente podemos hablar de empresas mixtas, y de mujeres representando a varones, y de mujeres siendo parte y ocupando lugares de poder dentro de la cúpula sindical.

Gisela nos comenta que quizás se le hizo todo mucho más sencillo porque otras mujeres generaron el espacio para no fuera extraño que ella ocupara el cargo de delegada. Lo que quizás no sabe, es que dentro de un par de años, otras mujeres van a decir que se les hizo más fácil aún porque Gisela y otras tantas ocuparon esos lugares antes.

Por eso, en este #8M, nadie mejor que ella puede explicar lo que es habitar día a día en rol de delegada y representante de los trabajadores.

• ¿Crees que la lucha del movimiento de mujeres sirvió para que puedas ser elegida?

A mí criterio sí, a partir del movimiento y la lucha de las mujeres tenemos un papel diferente en la sociedad. Comenzamos a ser escuchadas y valoradas.

• ¿Como es ocupar el rol de delegada en un ambiente tan masculino?

A mi postularme se me hizo más sencillo también porque pertenezco a un sector que tiene un importante porcentaje de mujeres y los compañeros están acostumbrados al rol de la mujer en el ambiente laboral. La duda, en eso, fue como me iba a plantar por mi personalidad frente a un conflicto pero no tanto por una cuestión de género.

Si es cierto que cuando comencé, al principio, fue un poco difícil el que se adapten a que una mujer pueda hablar frente a todos o defender los derechos de los compañeros. Por suerte fue por poco tiempo, porque después con diálogo e intercambiando opiniones las cosas fueron tomando su rumbo.

• ¿Sentís que alguna vez te cuestionaron cosas que a un hombre no le hubieran hecho?

De parte de mis compañeros no siento cuestionamientos por ser mujer, si es cierto que constantemente me están evaluando pero por la responsabilidad que pusieron en mi con su voto, ellos me eligieron para que los represente. También tiene que ver que en nuestro sector es muy importante la antigüedad y la experiencia. De parte de la jefatura al principio les costó adaptarse, quizás sí por ser una mujer quien le plantee cosas y también porque era nueva, pero después de varias reuniones, tratamos de acoplarnos y trabajar para siempre conseguir una respuesta favorable. De todas formas se me hizo más fácil porque hubo un cambio generacional en la empresa y también fue a nivel de supervisión, tuve la suerte de caer en un sector de los supervisores y jefes son excompañeros entonces eso hace que el diálogo sea un poco más fluido.

• ¿Crees que para una mujer por motivos personales le es más difícil militar en una agrupación?

Es difícil pero cuando uno decide postularse, como fue mi caso, primero hablé con mi familia que es lo primordial, sino no hubiera podido porque como mujer tengo muchas responsabilidades además de el trabajo: mi casa, mis hijas, mi marido y eso no es nada fácil si no tenes un apoyo extra. Tampoco me hubiera sido fácil, si cuando me presente en el gremio no hubiera tenido el aval y la ayuda de todos, los directivos y los compañeros. Eso fue primordial porque son quienes me ayudan a aprender todos los días, la verdad que estoy muy contenta de pertenecer a la agrupación.

• ¿Se ve o se siente alguna diferencia de parte de los compañeros hombres para con las trabajadoras mujeres?

Yo no encuentro diferencias, pero porque como ya dije en alguna preguntas anteriores, en nuestro sector están familiarizados con nosotras porque somos varias chicas y todas hacemos el mismo trabajo que es manejar grúas de cabina, También es cierto que los chicos son muy compañeros con nosotras y predomina mucho el compañerismo. No nos hacen notar diferencia, las chicas trabajamos a la par como como cualquiera.