#8M: Marisa y Nancy, mujeres trabajadoras y pilares del fútbol femenino de Campana
En este #8M, hablamos con dos mujeres que trabajan y han podido hacer propio un ámbito social ampliamente dominado por hombres, y donde el machismo encuentra uno de sus más propicios hábitats: el fútbol. Juegan y enseñan, compiten y educan, y son testigos y partícipes de la lenta evolución del fútbol femenino, a la vez que señalan las dificultades y las desigualdades que han tenido y aun tienen que experimentar por el mero hecho de ser mujeres. Te invitamos a conocer a Marisa González y a Nancy Ríos, dos mujeres trabajadoras de Campana que pelean a diario para que las futuras generaciones puedan encontrarse con un mundo más igualitario.
Aunque gran parte de la sociedad campanense no lo sepa, en la ciudad hay un equipo de fútbol de mujeres que no solo está afiliado a la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A) sino que también acumula tres torneos seguidos jugando por la posibilidad de ascender a la Primera División ''A'', la máxima categoría, y que hoy está semi-profesionalizada. Hablamos del Club Atlético Puerto Nuevo, entidad que tiene sus instalaciones en el barrio Don Francisco, y cuyo nombre, por historia y permanencia en el tiempo, está más ligado al fútbol de varones.
El fútbol femenino de Puerto Nuevo crece lentamente pero sin pausa, y en gran medida lo hace debido al trabajo silencioso y prácticamente ad-honorem que hacen dos mujeres trabajadoras de Campana: Marisa González y Nancy Ríos.
Marisa y Nancy son jugadoras del plantel superior (volante central y defensora central respectivamente), son entrenadoras y encargadas de la Escuelita de Fútbol Femenino del club, y son además administradoras de toda la actividad de la rama femenina. Marisa, además, es la capitana del equipo. Cuando los partidos se juegan en Campana, la responsabilidad global de que todo lo extrafutbolístico salga bien (conseguir médico, ambulancia, gente que colabore en el buffet, en la venta de entradas, y todo lo administrativo requerido por la federación) recae sobre sus espaldas, lo que deja a su rol como jugadoras en un plano que a veces termina siendo pequeño.
Y eso no es todo: además de entrenar en alto rendimiento, de jugar partidos todos los fines de semana, de dar clases y educar a niñas y adolescentes, y de cerciorarse de que todo esté en condiciones para que se pueda jugar en el ''Carlos Vallejos'' cada quince días, Marisa y Nancy tienen que cumplir el rol de consejeras, de referentes, de psicólogas. Dos verdaderas ''mujeres orquesta'' sobre las que recae el peso de una actividad única en la ciudad, dado que no hay ningún otro club en Campana que tenga fútbol femenino afiliado a A.F.A.
En este #8M, nadie mejor que ellas puede explicar lo que es habitar, luchar y crecer en un espacio social casi totalmente colonizado por hombres, dirigido -en la cancha y en las dirigencias- por hombres, practicado por hombres, y que pone trabas de todo tipo para que las mujeres participen con las mismas oportunidades y las mismas retribuciones.
Poco a poco el fútbol femenino va creciendo en el país y en la región, pero ¿qué pasa con los prejuicios y los estereotipos creados en torno a la figura de la mujer que juega al fútbol, y mucho más en el caso de ustedes que lo hacen en alto rendimiento? ¿Siguen estando?
MARISA: Los prejuicios y los estereotipos respecto a la mujer que juega al fútbol han ido disminuyendo pero muy poquito. Ahora es bastante más normal ver chicas jugar, por ejemplo al fútbol 5, y de todas las edades, pero el machismo sigue. Igual, nosotras acá en el club estamos más apoyadas, tenemos gente ayudándonos, e incluso viene más gente a vernos jugar. Es como que la cosa va creciendo y mejorando, pero muy de a poco.
NANCY: el fútbol femenino creció mucho en las nuevas generaciones, y a eso lo vemos mucho en la Escuelita. Las nenas de las nuevas generaciones juegan a la pelota ‘’por jugar’’, con normalidad, no perciben nada extraño. Juegan con varones, y los varones lo toman también con normalidad. Ni ellas ni ellos tienen ese prejuicio. No les pasa lo que nos pasaba a nosotras, que los varones de nuestra generación veían ‘’raro’’ que nosotras jugáramos. Y los padres notan esto, van viendo lo que pasa, y a algunos les cuesta. Les cuesta aceptar que ‘’la nena quiere jugar a la pelota’’. Nos suele pasar que hablamos con las mamás de las nenas y nos cuentan que ‘’el papá no estaba muy de acuerdo pero la nena quiere jugar así que la trajimos’’.
MARISA: Hay de todo, porque también hay nenas que juegan al fútbol con sus papás, y cuando encuentran algún club con fútbol femenino las llevan. Pero, en líneas generales, las mamás suelen acompañar más. Y hoy tenemos un gran número de nenas de 5 o 6 años jugando al fútbol, y si bien hoy no nos parece raro, hace unos años esto no sucedía. No era normal ver nenas tan chiquitas jugando a la pelota. Y vienen y les encanta. Ven a la hermana más grande jugando y quieren jugar ellas también.
NANCY: Para mí el machismo existe cuando el hombre se siente amenazado, cuando la mujer hace a la par algo que hace el tipo. Si la mujer compite ‘’hasta ahí nomás’’, bueno, está bien, pero ahora cuando llega a la selección empiezan con ‘’cómo que hay una selección femenina?’’. Para colmo, en el último mundial femenino se dio que Argentina estaba haciendo un partidazo y al equipo de varones le estaba yendo mal, y ahí se vio más que nunca el machismo, porque ‘’cómo puede ser que a las mujeres les esté yendo mejor que a nosotros los varones?’’.
Habría que ver qué pasaría en Argentina si sucediera lo que sucede en EE.UU, en donde las mujeres son las mejores del mundo y los varones son ‘’medio pelo’’
MARISA: ¡claro! Si eso pasara acá estaríamos en guerra directamente.
NANCY: Si la mujer jugara de la misma manera y al mismo nivel que los hombres también encontrarían algo para criticar. Porque ‘’la mujer no puede hacer lo mismo que el hombre’’. El problema es cuando la mujer iguala. Eso pasa no sólo en el fútbol sino en el trabajo en general. Yo soy técnica en informática, y no hay técnicas en informática mujeres. Tengo colegas a los que le choca, que no creen en mi, y que te escuchan hablar ‘’a la par’’ y no les gusta. Y me pasa con los clientes: a veces tengo que explicarles, hablarles, para demostrarles, para que se den cuenta que sé de informática. Primero tengo que probarles que sé porque pareciera que por ser mujer no puedo saber.
MARISA: Y acá en Puerto ha pasado muchas veces que han venido papás y al ver que éramos profesoras mujeres se fueron. O que pregunten por ‘’los profes’’ varones.
NANCY: Y la otra es que piensen que somos pareja. Parece que tengo que ir a todos lados con mi marido y mi hija para que no piensen eso (risas).
¿Es lo mismo para ustedes que las dirija una jueza mujer que un hombre? Hablando de que quizás haya incluso dentro del fútbol femenino actitudes machistas, ¿podría suceder que uds. se envalentonen más para putear o protestarle a una jueza mujer que a uno hombre?
MARISA: es lo mismo, ya que ambos te van a sancionar igual, e incluso quizás es ‘’peor’’ la mujer…
NANCY: La jueza mujer no tiene muchas vueltas. Si te quiere ignorar te ignora.
MARISA: el hombre por ahí te tiene un poco más de paciencia.
NANCY: tenés jueces hombres que por ahí son medios ásperos, pero en general a ellos les podés hablar más, te perdonan más. Ellas son mas estrictas. Les hablás y te ignoran.
En el marco del Día de la Mujer Trabajadora, es bueno señalar que ustedes llevan adelante dos trabajos acá. Son jugadoras, en primer lugar, y aparte de eso son entrenadoras, profes, dan clases. Sin embargo, no son retribuidas como corresponde, porque para el primer caso, al estar en la ‘’B’’ y en el contexto de un fútbol femenino no totalmente profesionalizado, ustedes no cobran nada. Y como profes no lo son como deberían. Por ejemplo, vos, Nancy, que sos además técnica en informática, cuando te preguntan por tu profesión ¿te sale decir que sos jugadora de fútbol?
NANCY: primero me sale decir que soy técnica en informática. Luego recién pienso en la escuelita únicamente. El ser jugadora no lo tomo como un trabajo, sino como un compromiso. Porque es algo que me gusta hacer y lo apunto como proyecto a futuro. Apunto a que el día de mañana, cuando tenga que alejarme, poder hacerlo con el club en la ‘’A’’, con todo profesionalizado.
MARISA: A mí me gustaría poder decir ‘’soy futbolista’’ pero si lo digo se me ríen. El machismo está ahí, y se te ríen tanto hombres como mujeres. Entonces no lo decís.
NANCY: Lamentablemente no podemos considerar al fútbol un trabajo porque no nos pagan. Nosotras jugamos en lo que sería la Primera ‘’B’’ Nacional de los hombres, y no cobramos como un jugador de esa misma categoría. Y somos entrenadoras de escuelita, y no cobramos como entrenadores varones de escuelita. O como cuando te dicen ‘’qué haces?’’ y respondés ‘’hago fútbol’’ y te miran como diciendo ‘’ah, ni entrenás’’ o como que jugar y entrenar fútbol fuera una pavada. Y aparte, además de ser jugadoras y entrenadoras, somos las administradoras de la actividad, las que nos encargamos de todo cuando tenemos que jugar de locales.
MARISA: Ahora se sumó un profe nuevo y pensaba… mi sueño sería, primero, mínimo, que haya un técnico y un preparador físico, y segundo, que nosotras vengamos a jugar y listo, a casa. Pero bueno, de a poquito. Al menos ahora vamos teniendo más gente que nos ayuda, por ejemplo en el buffet, y se van sumando.
NANCY: Lo que queremos es que nos liberen un poco a nosotras. Hay veces que jugamos acá de locales a las 5, termina el partido, son las 8, 8:30, oscurece y nosotras seguimos acá.
¿Creen que para este crecimiento del fútbol femenino en el último tiempo fue clave lo de Macarena Sanchez Jeanney?
MARISA: Si, lo de Macarena fue importante. Porque venía lentísimo todo. Se hizo escuchar. Alguien tenía que hacer ruido y fue ella. Y fue un antes y un después. De hecho Edu (Eduardo Servin), el ayudante técnico, nos dijo de hacer lo mismo entre nosotras para luchar por la ‘’B’’. Porque nosotras desde la ‘’B’’ ayudamos un montonazo a la causa para ayudar a la ‘’A’’…
NANCY: …pero una vez que se concretó lo de la ‘’A’’ nosotras las de la ‘’B’’ quedamos tiradas.
MARISA: lo que nos dijeron es que a nosotras en la ‘’B’’ nos falta un respaldo legal, un abogado que nos represente. A mi me pareció que si todas nos poníamos de acuerdo se podía lograr.
NANCY: Es como que nos ayudamos entre todas pero al final solo se benefició una parte. Aparte nosotras ni siquiera es que pedimos la cantidad de plata que reciben las de la ‘’A’’. Con que nos den lo que nos ayude a cubrir los gastos básicos, de ambulancia, médico, etc, nos sirve. Nosotras estamos en la ‘’B’’ y en la ‘’zona campeonato’’ peleando por ascender a la ‘’A’’, y en la ‘’A’’ ya es otro mundo: ya entra plata, ya podés invertir en otras cosas.
Notamos también que en la ciudad si bien ha habido un ‘’boom’’ del fútbol femenino, lo fue del fútbol 5 y no del fútbol 11 federado. Cuesta entender a veces que un partido de fútbol 5 cuente con más audiencia que uno de un equipo de A.F.A. que pelea un ascenso, porque si la cancha de Puerto se llenara cuando juegan con el dinero de las entradas se podrían solucionar muchas cosas. Quizás el problema acá esté en la difusión.
MARISA: Sin dudas se podría hacer más. Se podría hacer más mostrando los entrenamientos, por ejemplo. El canal local vino una o dos veces y nunca más. Que muestren nuestro sacrificio, que lo que hacemos es serio. Que vean los equipos que vienen.
NANCY: Pero también algunas cosas van cambiando. Hoy se la mira a la mujer en todo lo que hace. Antes a la mujer se la relacionaba, no se… con la cocina. Hoy la mujer no es solo la cocina. Es mucho más que eso. Y hoy se la mira desde todo lo que es: su trabajo, su ámbito social, como un todo.
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