Aniversario de “La Hazaña de Austria”: se cumplen 23 años del título mundial de Juan Cruz Fernández
Un día como hoy pero en 1998, un adolescente de Campana concretaba una hazaña única, algo que al día de la fecha no volvió a repetirse. Empuñando un remo largo, y a puro corazón y sacrificio, Juan Cruz Fernández se coronaba campeón mundial de remo en Linz-Ottensheim, Austria.
Hoy, domingo 8 de agosto, se cumplen 23 años de la ''Hazaña de Austria'', aquella proeza argentina en los 1998 World Rowing Junior Championships de Linz-Ottensheim.
En ese campeonato mundial junior (sub-18), un campanense alcanzó la cima: Juan Cruz Fernández, tripulando el dos con timonel nacional (JM2+) junto a los tigrenses Fernando Loglen y Patricio Mouche, ambos representantes del Club Canottieri Italiani.
''Sabía que iba a ser el mejor bote argentino, pero sinceramente no esperaba que los chicos fueran campeones'' expresó luego de la hazaña el entrenador nacional de la categoría superior Ricardo Ibarra. Y el entrenador mendocino Pablo Scuri siguió esa misma línea: ''Es una locura. No lo esperábamos, a pesar de haber llegado diez puntos, al ciento por ciento''.
En total participaron de la prueba 13 naciones. Conformaron 3 heats: los tres primeros de cada uno de ellos avanzaban de forma directa a las semifinales A/B, y los restantes armaban una serie de repechaje.
El JM2+ argentino ganó las tres pruebas en las que compitió:
En su heat, registraron un tiempo de 7 minutos, 21 segundos y 40 centésimas, con Gran Bretaña finalizando segundo y con Estados Unidos tercero. El bote argentino tenía al lado al británico: ''yo con Inglaterra no pierdo ni loco'', se dijo por dentro el campanense, y lo cumplió todo lo que duró el mundial. El final fue cerradísimo, e incluso tras la victoria inicial el entrenador Pablo Scuri los retó por haberse desgastado tanto en el afán de ganarle a Gran Bretaña, ya que podían salir hasta terceros y avanzar a semifinales igual.
En semis ya el resto de los equipos comenzaron a preguntarse por ese bote sudamericano, tripulado por el diminuto timonel de 14 años (Patricio Mouche) y los dos grandotes empuñando los remos. En especial, la atención era atraída por el remero de un metro ochenta, portador de un corte de pelo al mejor estilo ''Mr. T'' y con fuego en su mirada.
El dos con albiceleste ganó también las semifinales, con un tiempo de 7.22;33, derrotando por nada a Alemania -el favorito al título, el campeón europeo de aquel entonces, con quien disputó la regata de punta a punta- y por amplio margen al pelotón restante.
De repente, uno de los tres botes que llevó Argentina a Austria no sólo estaba en una final del mundo sino que, a fuerza de resultados y cojones, era necesariamente candidato al título. Pero todos los deportistas de alto rendimiento saben que, de la teoría a la práctica hay un abismo, y en especial en el remo que a las regatas hay que correrlas primeras.
"Sabíamos que los alemanes y los británicos intentarían tomar la delantera desde el comienzo", manifestó en aquel entonces el coach Pablo Scuri. "Por eso, sabíamos que debíamos administrar nuestras fuerzas. Hasta los 1000 metros nos mantuvimos expectantes, a unos tres segundos de ellos. En ese momento, empezamos a exigirnos al máximo. Y lo logramos. Argentina logró lo que no pudieron las potencias y eso es un gran orgullo''
Así fue el que JM2+ de Juan Cruz repitió el mismo resultado que en el heat y en las semis, y se quedó con el título mundial, el último conseguido por el remo argentino, que de hecho muy pocas otras veces logró ser siquiera finalista. En la final ''A'' Argentina marcó 7.16;69 (récord de pista, y récord mundial hasta no hace mucho tiempo atrás), dos segundos y medio menos que el bote germánico, que se quedó con la medalla de plata, y a tres y medio de los británicos, que se quedaron con el bronce que les supo a muy poco. Argentina lo había logrado. Y Campana sumaba una nueva línea en el libro de la historia grande del remo nacional: un segundo campeón mundial que se sumaba a Sergio Fernández, que fue campeón mundial sub-23 en 1986, en el contexto del ''1986 Match Des Seniors'' de Hamburgo, Alemania. Ambos Fernández, ambos campeones mundiales, ambos del Campana Boat Club, y ambos dejando en el segundo lugar al favorito de la previa, Alemania.
"Es una satisfacción muy grande, porque se necesitó de un proceso muy duro para lograr que este bote compitiera. Normalmente, las embarcaciones chicas pertenecen a un club, pero ésta no. Fue armada de un modo no ortodoxo y por eso muchos la consideraron un híbrido" declaró Ibarra, tan feliz como sorprendido por el resultado del dos con nacional.
"Una vez que ganamos las primeras regatas, nos empezaron a mirar con más respeto. Desde el principio se notó una gran discriminación con los sudamericanos", declaró el gigantesco Loglen, de 1,96 metro de altura y 96 kilos, una verdadera mole de 17 años de edad.
Mouche no lo podía creer. El timonel de Canottieri había comenzado a remar en enero y en agosto era campeón del mundo. Tenía apenas 14 años y jamás había salido del país. El pequeñito de anteojos -que tras las semis copió el look de Juan Cruz- pasó de ser un total desconocido a estar sentado junto al presidente Carlos Menem en Casa Rosada en un pestañeo.
Cuando le tocó el turno de declarar, Juan Cruz lo hizo con la misma espontaneidad y frescura que tiene hoy, a los 37 años: ''Pasé tres meses yendo en tren con la bici a cuestas viajando desde Campana hasta General Pacheco. De ahí tenía que pedalear 15 kilómetros hasta el club (Canottieri). ¡Y encima iba a la escuela de noche!''
Respecto a su experiencia ya en el viejo continente, Juan Cruz dijo ''Nunca pensé que en un Mundial, y siendo sudamericano, iba a llamar tanto la atención. Parecía Maradona. Encima, tengo un tatuaje de Ringo Bonavena y todos querían sacarse fotos conmigo. Yo empecé a remar más que nada por la musculatura y siempre había soñado con sacarme fotos trabándome. Además, disfruté al escuchar el Himno y al ganarles a los alemanes y británicos que nos decían sudacas"
A diferencia de lo que expresaron los entrenadores Scuri e Ibarra, Juan Cruz dejó claro que ''nosotros estábamos convencidos de que íbamos a ser campeones del mundo. A pesar de todas las vicisitudes, de la pista de remo que está en las mismas condiciones de hoy, de entrenar en un bote roto, de la negativa de la Asociación Argentina de Remo a prestarnos el bote Empacher por ser juveniles y debutantes en un mundial, nosotros fuimos con gran mentalidad a buscar el título. Sabíamos que lo íbamos a lograr''
Pablo Scuri es un hacedor de campeones por naturaleza. Fue olímpico en Seul '88 y en Atlanta '96 como atleta, y parte del Cuerpo Técnico en Sydney 2000. Quienes lo conocen saben que, además de un entrenador brillante desde lo deportivo, más valioso es como ser humano, como motivador, como guía y ejemplo a seguir. En la edición 2017 del Campeonato Argentino de Remo llevó al Club Mendoza de Regatas al título, tras muchos años de supremacía de Náutico Zárate. Un prócer del remo argentino, sin duda alguna.
"Todavía la emoción continúa. La alegría que se siente es la misma que se adueñó de nosotros cinco minutos después de haber conseguido el triunfo. Es un hecho fantástico, con mucha gloria. Es una medalla dorada, nada menos, que todavía seguimos disfrutando". Sobre lo manifestado por Loglen y Fernández respecto a la discriminación, expresó: "La discriminación es habitual en este tipo de torneos. Los chicos lo notaron a medida que avanzaban las pruebas. Entendieron rápido que ellos no podían solucionarlo y que no tenían que sentirse agredidos ni contestar a las burlas y a las miradas provocativas. Les dije que recordaran siempre para qué estaban ahí".
El cuerpo técnico nacional, en aquella oportunidad, fue completado por el entrenador Mario Espinosa (ex Director Deportivo del Campana Boat Club) y por Pedro ''Peter'' Larroy en el rol de Jefe de Equipo.
Los otros dos botes argentinos que viajaron al mundial de Linz-Ottensheim fueron:
JM2- (dos sin junior masculino): Nicolás Orellana y Daniel Gilardoni (Club de Regatas La Marina): puesto 9° (tercero en la final ''B'') sobre 17 embarcaciones.
JM1x (single junior masculino): Nicolás Kapitontchik (Campana Boat Club): puesto 18° (sexto en la final ''C'') sobre 23 singles.
A continuación podrán escuchar a Juan Cruz Fernández, el último gran héroe del remo de Campana, hablando sobre aquella regata mundialista a 20 años de su realización:
Código Plural también se contacto con el entrenador campeón del mundo, quién armó el único bote de toda latinoamérica que consiguió un título mundial de la categoría junior en toda la historia. La palabra de Pablo Scuri, absolutamente sin desperdicio:
Los que llevamos adelante Código Plural deseamos sumarnos a los saludos y a las felicitaciones a Juan Cruz Fernández, emblema deportivo de la ciudad de Campana, y también a Fernando Loglen, Patricio Mouche y Pablo Scuri por el vigesimotercer aniversario de esta conquista, una hazaña deportiva que, lamentablemente, no se ha vuelto a repetir.
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