Apagá la tele (por Carla Navazzotti)
A veces nos devanamos los sesos pensando cómo contrarrestar las acciones de los medios de comunicación hegemónicos, las acciones del poder real...Bien, yo creo que en lugar de elaborar tantas estrategias para ello, en principio hay que incitar a la gente a ''apagar todo'' (como una forma de decir).
Por supuesto, sé que eso no va a ocurrir en plena era tecnológica, pero sí deberíamos ver la forma de llevar al ser humano a un encuentro consigo mismo. Sólo en ese momento en el cual apagaste todo, y reflexionaste sobre vos mism@ y sobre tu propia existencia, es cuando un@ empieza a cuestionarse sobre aquello que nos rodea.
Los seres humanos hemos perdido de a poco la capacidad de repensarnos y de repensar la realidad subyacente. Si no generamos momentos de reflexión a diario, si no podemos apagar la tele, la radio, el celular y pensar sin nadie que nos hable al oído es muy difícil que podamos volvernos críticos. La oportunidad de convertirnos en sujetos políticos está íntimamente relacionada con la capacidad de elaborar una crítica de lo dado. Ese momento mágico en que las preguntas nos invaden es el momento en el cual nos encontramos solos, simplemente reflexionando y pensando.
Uno de los logros del capitalismo es el de habernos convertido en grandes consumidores de información, de todo tipo, no importa de qué. Nos pasamos todo el día tragando información que muchas veces es inútil para nuestras vidas: vemos tutoriales de cómo maquillarse, o de cómo hacer una comida, o de lo que sea. Aparecen frente a nuestros ojos vídeos de cosas que jamás vamos a hacer y se reproducen automáticamente sin siquiera presionar play. Y ahí estamos como zombies, autómatas que no piensan. Miramos, consumimos imágenes y NO PENSAMOS.
Los mayores esfuerzos para que el ser humano elabore un pensamiento crítico deberían estar puestos en que lisa y sencillamente se desenchufe el cerebro un rato. A nuestros niños les estamos matando su capacidad de innovación y de creatividad. Cada vez que se aburren les enchufamos un dibujo animado o el celular con un jueguito, ¡hay que dejarlos aburrirse! Solo pueden poner en práctica su mente creativa cuando no distraen su cerebro con ningún aparato tecnológico, cuando se quedan solos y se aburren. Ahí, en ese momento, es cuando se les ocurren cosas, ¿Cómo esperamos que los chicos innoven si les damos todo hecho?
En el medio de toda esta guerra informativa, de este mundo de la big data y de la Internet de las cosas, nuestro cerebro es bombardeado constantemente con información innecesaria. Nos olvidamos hasta de socializar: no solo perdemos la creatividad y criticidad, sino que además echamos a perder relaciones porque nos estamos acostumbrando tanto a comunicarnos por whatsapp que ya ni sabemos qué se siente mirar a los ojos, empatizar, conectar y poner en práctica nuestras emociones.
Hay que apagar la tele y encender la mente, apagar el celular y conectar con el Otro, esos deberían ser nuestros objetivos durante la era tecnológica.
Cuando a Luca Prodan le preguntaron por Pettinato contestó: ''yo a Pettinato lo prefiero en la tele, porque si quiero la apago''. Bien, ahora yo me pregunto, por qué en lugar de consumir todo el día las creencias elaboradas por los periodistas de los medios de comunicación más poderosos no apagamos simplemente la tele?. Nos encontramos todo el tiempo con gente que repite zócalos enteros sin saber siquiera qué están diciendo. Les imponen creencias y se las repiten tantas, pero tantas veces que luego las terminan repitiendo ellos como propias. Como cuando pasan una canción que no te gusta demasiado, pero la pasan tantas veces que la terminas cantando.
Lamentablemente, hemos perdido la capacidad de cuestionarnos, de interpelarnos a nosotr@s mism@s acerca de qué creemos y qué no, que nos gusta y qué no. Te dicen todo el día por la tele que comer tal o cual cosa es lo mejor para tu salud, y lo terminás comiendo, de la misma forma en que se instala en nosotr@s que tal o cual político es malo. ¿Alguien podría creer que ese gran porcentaje que aún apuesta a las políticas de empobrecimiento de Mauricio Macri y de Vidal le gusta quedarse sin trabajo? ¿O ir al mercado y que no le alcance la plata para comprar lo que quiere? Yo no considero que esa gente sea tonta, lo que sí considero es que son altos consumidores de creencias impuestas por gente que sabe muy bien lo que hace.
No hace mucho, ante la mirada atónita de much@s, Vila, uno de los dueños de América fue entrevistado por Fantino, y reconoció que le ''pedían'' que se repitan ciertas frases sobre algunos políticos, sobre algunas organizaciones políticas y sobre el hijo de la ex presidenta. Así hicieron campaña en 2015 y siguen haciéndola al día de hoy. El razonamiento luego de escuchar eso no resulta muy difícil: ¿qué es verdad y qué es mentira?
Si tan sólo nos permitiéramos dudar acerca de todo aquello que nos presentan como verdades absolutas, ¡qué distinto sería todo!, porque entonces, sólo entonces, elaboraríamos nuestras propias creencias, nuestra propia criticidad de la realidad, y al mejor estilo Luca Prodan, apagaríamos la tele.
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