Legalidad, ética y moral: Del debate a la Batalla por el Consejo de la Magistratura
''Nos enteramos que el oficialismo se “auto provocó” una escisión en el bloque de senadores con el único fin de obtener un representante adicional en el estamento político que integra el Consejo de la magistratura. Esta acción pone en la mesa de discusión la dicotomía entre lo legalmente posible y lo moralmente posible''. Por Alexis Sebastián Dellepiane, miembro titular de la Comisión Directiva de la Unión Cívica Radical (U.C.R.) de Campana.
Habiendo fenecido el tiempo que otorgó la Corte Suprema de Justicia de la Nación al Congreso Nacional para que se adecúe el Consejo en virtud de la declaración de inconstitucionalidad de la reforma efectuada en el año 2006 por el gobierno del entonces Presidente Néstor Kirchner (por crear un desequilibrio entre los estamentos que la componen); la Corte asumió las funciones del mismo.
Hoy nos hemos visto sorprendidos – o no – por la jugada ejecutada por el kirchnerismo para intentar mantener el control del estamento político dentro del Consejo Magistratura y evadir de esta forma, el sentido del fallo dictado por nuestro máximo tribunal judicial cuya misión consiste en asegurar la supremacía de la Constitución, ser su intérprete final, custodiar los derechos y garantías en ella enunciados y participar en el gobierno de la República.
En su desesperación por evitar un equilibrio justo y sano entre los estamentos políticos y judiciales – y ya reconociendo explícitamente su obsesión por intentar controlar el Órgano Constitucional que designa y remueve los magistrados – nos enteramos que el oficialismo se “auto provocó” una escisión en el bloque de senadores con el único fin de obtener un representante adicional en el estamento político que integra el Consejo de la magistratura.
Ello es así dado que el “Frente de todos”, se dividió entre “Unidad Ciudadana” y “Frente Nacional y Popular”.
De esta forma, y tras el quiebre ficticio del Frente de Todos en la Cámara Alta, el oficialismo se aseguraría 3 lugares y dejando 1 para la oposición.
Esta acción pone en la mesa de discusión la dicotomía entre lo legalmente posible y lo moralmente posible.
Entiendo que este accionar no sólo muestra a todas luces la intención primigenia que siempre tuvo el Kirchnerismo con relación a intentar “controlar” el Consejo de la Magistratura; sino que también muestra la necesidad de que la República requiere en forma urgente que prime la integridad, la ética y la moral en la toma de decisiones, lo que necesariamente nos conducirá al bien común.
Alexis Sebastián Dellepiane
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