"Que abran merenderos es una derrota de la política"
Con mucho esfuerzo y sacrificio, Rita Radaco y su familia llevan adelante el merendero ''Los Niños Felices'', ubicado en el barrio Las Praderas. Su principal aliado en esta misión es Polincho, el payaso justiciero de los Titanes Del Sanjón, quien además es padrino del merendero y quien consigue la mayor parte de las donaciones de alimentos y de ropa que entregan de forma regular a niños y niñas de la zona.
Debajo de la máscara y del mameluco lleno de parches está Juan Cruz Fernández, un vecino de Campana que lleva muchos años ayudando a los más necesitados, lo que lo convierte en una palabra autorizada sobre el tema de la pobreza. El remero campeón mundial asegura que el escenario actual es el peor que le ha tocado afrontar. Señala con tristeza que el merendero pasó de tener 30 chicos a casi 60 en los últimos meses, y que tienen que hacerlos tomar la leche en tandas porque no entran todos en el espacio que Rita y su marido supieron construir con sus manos en su propia casa.
Tanto Rita como Juan Cruz se enorgullecen de que ''Los Niños Felices'' sea un merendero totalmente autogestivo, sustentado a través de donaciones de gente común, y miran con recelo a la clase política, a la que quieren ver solo de lejos: ''Tuve malas experiencias con los políticos. Vienen a poner carteles, te ayudan cuando son las elecciones, y nada más. Después no se acuerdan de la gente que realmente necesita ayuda. Los únicos que ayudan son la gente común'', expresó Rita, que superó rápidamente su timidez inicial ante las cámaras, y dejó grandes definiciones.
El pasado jueves recibieron casi 50 niños y niñas a los que les dieron la merienda y les entregaron ropa, calzado y útiles escolares que consiguieron a través de donaciones. Aparte, jugaron, rieron, y pasaron un rato hermoso entre ellos y con Polincho, a quien idolatran.
Rita comenzó a ayudar a la gente en 2021, y para 2022 ya había abierto su merendero. Cocina, vasos, platos, ollas, todo donado. Y ahora enfrenta una situación complicada, porque las donaciones comienzan a mermar justo en el momento en que que crecen los niños que asisten a comer. La razón es obvia: la crisis no solo golpea fuerte a los chicos del barrio, sino a toda la clase media, que es la fuente de las donaciones.
Aparte de alimentos y ropa, Rita pide a gritos voluntarios para dar ayuda escolar, en especial profesores de lengua que les enseñen a escribir y a leer a los chicos del barrio. El merendero tiene una biblioteca repleta de libros escolares. Sin embargo, Rita pide que no se donen más libros, al menos mientras la biblioteca esté repleta y la situación económica no mejore, pues lo que urgen son los alimentos, primero, y la ropa, después. Los libros pueden esperar.
El teléfono de Rita no para de sonar. Nos contó que recibe mensajes de vecinos del barrio pidiendo ayuda todo el tiempo, de día y de noche, y de lunes a lunes. Y no siempre puede ayudarlos a todos, porque la comida se acaba y las necesidades son infinitas. Es por eso que recurre a la buena voluntad de la sociedad, de las personas comunes, a sabiendas de que hoy el dinero no le sobra a nadie.
Quienes quieran y puedan colaborar con el merendero ''Los Niños Felices'' del barrio Las Praderas, llevado adelante por Rita y su familia, y apadrinado por Polincho de los Titanes del Sanjón, pueden acercar sus donaciones al merendero, ubicado en la Harrichabalet 680, o a Hardcore Nutrition Campana, el local de suplementación e indumentaria deportiva ubicado en Cándido Cabrera 656.
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